Cerámica marroquí de Kasbah

Fabricada principalmente en las regiones de Fes y Safí, La cerámica es un producto hecho a mano en el más puro respeto a la tradición.
hay diferentes estilos de cerámica, cerámica de la Medina, producida principalmente en Fez y Safí, es fina y sofisticada, que retoma los motivos del arte islámico, y cerámica rural del sur y parte del norte que refleja el arte bereber, es simple y menos colorida, pero igual de decorativa.

Estos objetos todavía se elaboran artesanalmente según métodos ancestrales y a partir de materiales directamente derivados de su entorno inmediato.

La arcilla, como materia prima, se tritura manualmente con un martillo de madera. Se remoja durante dos días en un recipiente con agua para ablandarla y después se esparce en el suelo para secarla durante otros dos días. A continuación, la arcilla se amasa con los pies y luego a mano para obtener grumos homogéneos.

La arcilla cruda se moldea armoniosamente a mano en un torno tradicional. Las manos trabajan juntas y se complementan, guiando al artesano en la transformación de la pieza. Con una línea de hilo, el alfarero separa su trabajo para colocarlo en una tabla.

Aún frágiles, las piezas se endurecen a prueba de fuego en un horno durante 48 horas, este es un paso crucial, muy temido por el artesano por el riesgo de roturas o grietas.

El proceso del enfriamiento dura 24 horas y le permite obtener una pieza medio acabada llamada “bizcocho”. Pincel en mano, con un gesto delicado y riguroso, que no admite vacilaciones ni ensayo ni error, el artesano, sentado en un pequeño banco con la mirada clavada en su trabajo, crea y decora.

Las mezclas de colores y decoraciones están inspiradas en la naturaleza, símbolos culturales y la historia personal del artesano.

Una vez decoradas, las piezas se esmaltan y se hornean por segunda vez durante 48 horas para obtener el producto terminado.