La cerámica marroquí, cada pieza es única

En Marruecos, la alfarería es el oficio más representativo de la cultura local. La cerámica marroquí también es conocida en todo el mundo por ser de una calidad y belleza incomparables.

La cerámica ha estado arraigada durante mucho tiempo en la tradición marroquí. Es una artesanía que se ha transmitido de generación en generación perfeccionándose y alcanzando un nivel de notoriedad mundial.

Fabricada principalmente en las regiones de Fes y Safi, La cerámica es un producto hecho a mano en el más puro respeto a la tradición.
Podemos distinguir entre diferentes estilos de cerámica, cerámica de la medina, producida principalmente en Fez y Safi, es fina y sofisticada, que retoma los motivos del arte islámico, y cerámica rural del sur y parte del norte que refleja el arte bereber, es simple y menos colorida, pero igual de decorativa.

Con un trabajo íntegramente manual, cada pieza es única. El alfarero da forma a la arcilla, elaborando y trabajando con la fuerza de la mano, para darle la forma a la pieza deseada, se mete al horno para una primera cocción, luego pasa a manos de los decoradores que, bajo las órdenes del “Maalem” adornan estas piezas con estampados de tintes obre fondo blanco, figuras geométricas, flores, letras y textos estilizados.  Luego viene la última cocción que le dará el esmalte final.

En Kasbah puede encontrar:

Lavabos de cerámica de baño de varios tamaños y dibujos, con estándares de calidad para su colocación.

Platos de cerámica  marroquí hechos y pintados a mano con diferentes tamaños, colores y dibujos.

Tajines de barro y esmaltado para cocinar y decorar.

Jarrones de cerámica pintados.

Ceniceros  de cerámica simple o con decoración en metal.

Bomboneras de cerámica pintada con tapa.

Cuencos y ensaladeras pintados a mano e inspirados en la cultura arabo-andalusí