Té verde, beneficios y salud.
Poder antioxidante.
El té es rico en polifenoles, sustancias bien conocidas por sus propiedades protectoras. Tienen una acción antioxidante sobre el organismo.
El té verde contiene principalmente catequinas y el té negro contiene teaflavinas. Estas sustancias son incluso más efectivas que las vitaminas C y E: estudios científicos recientes han demostrado que las hojas de té tienen una mayor capacidad que ciertas verduras y frutas para absorber químicos potencialmente dañinos llamados radicales libres, que están asociados con el daño celular, que es la causa de ciertos cánceres y enfermedades cardíacas.
De hecho, la teína del té actúa sobre el corazón y el sistema cardiovascular como un estimulante suave y, por lo tanto, ayuda a ablandar la pared de los vasos sanguíneos.
Efectos relajantes y estimulantes.
El consumo de una bebida caliente como el té ayudaría a combatir el estrés. La teína en el té mejora el estado de ánimo y reduce la ansiedad.
Otro motivo para considerar el té como una bebida “antiestrés” es que, en general, tomar una taza de té es parte de los buenos momentos, es una oportunidad para relajarse en compañía de la gente. El té tiene entonces una acción puramente psicológica sobre el estrés.
El consumo regular de té también se asocia con un rápido aumento del estado de alerta; La cafeína, principal causante del efecto estimulante del té, evita que el rendimiento disminuya a lo largo del día.
Té y adelgazamiento.
Si bien no es un ingrediente milagroso para perder peso, el té ayuda a mantener su figura al ayudar a eliminar el agua y las toxinas. Por sus propiedades diuréticas, aumenta el número de calorías quemadas, por lo que no se almacenan favoreciendo la termogénesis (gasto energético), y sus antioxidantes ayudan a prevenir la oxidación del colesterol malo.
El té verde, interviene en la circulación y la degradación de los lípidos y su oxidación. Además, aporta sales minerales en cantidades importantes (sodio, flúor, cobre, hierro), vitamina C y vitaminas del grupo B.
Virtudes cosméticas.
Los antioxidantes del té (zinc, ácido fólico, selenio, vitaminas A, C, E y polifenoles) protegen nuestras células de los radicales libres, retrasando así el daño causado por el envejecimiento.
El té verde, en particular, contiene aceites esenciales, sales minerales, calcio, potasio, manganeso, cobre, zinc, flúor, vitaminas A, B y C y cafeína: forma parte de la composición de algunas cremas anti-envejecimiento. Mezclado con otros principios activos (retinol, vitaminas, AHA, ácido fólico, etc.) aumenta su poder antioxidante y calmante.
Así, en Asia, el té se ha utilizado durante siglos como producto de belleza por sus propiedades antioxidantes, depurativas, calmantes y descongestionantes.